Decidí tirar el reloj por la ventana y hacer que el tiempo volara.

domingo, 13 de febrero de 2011

Te mueres por besarla

Quede con ella a la salida de su instituto, sobre las tres y media ya estabamos en una pizzeria cercana.
Llevaba la falda del uniforme con dos vueltas dadas en la cintura, infringiendo las normas. la camisa blanca limpísima y el jersey atado en la cintura. Iba como las demas chicas, pero ella deslumbraba ante mis ojos.
Al terminarnos la enorme pizza entre los dos, la cogí de la mano suavemente, saqué de mi bolsillo un pañuelo recien comprado en unos jipis de unas calles mas allá, y le tapé los ojos.
Nos montamos en la moto, ella me agarraba fuertemente la cintura. Yo la sentía, y me gustaba notarla.
Cuando llegamos la conduje de la mano avisandola de todos los obstaculos que pudiera encontrar en su camino.
La senté sobre una barquita de madera, y seguidamente me monté yo, ella tocó el agua y pudo notar que estaba en medio de un lago. Ella estaba alli sentada frente a mi, no me había dicho nada aún, pero algo me atraía, no hacia falta gritar, no habia nada que decir tan solo besarla es lo que me apetecía. Lo hice, la besé dulcemente y me lo devolvío a ciegas. Cuando le quité el pañuelo me miró, sonrío y me abrazó.


Te quiero, concluyó.

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