Decidí tirar el reloj por la ventana y hacer que el tiempo volara.

miércoles, 9 de enero de 2013

Ya no tengo miedo al destino

Me levanto, desayuno, me vuelvo a tumbar en la cama, ¿Qué haré hoy? Mis amigas dicen de ir a tomar un helado, quizás alguna pida un café o un dulce. ¿Después que haré? Quizás nada, simplemente dar vueltas, a lo mejor me caigo y me parto una pierna y paso el resto de la tarde en urgencias, puede que al ir a pagar la merienda me tope con mi cantante favorito y nos de un concierto allí mismo, o que sabe, a lo mejor no tengo ganas de nada y me vuelvo a mi casa y por el camino me choque con el chico mas guapo que haya visto jamas y empezamos a hablar y vallamos a algún sitio juntos cambiando mi tarde completamente o puede que no, simplemente llegue a mi casa me ponga el pijama y vea alguna peli de esas que te ponen los dientes largos con sus putas historias perfectas. No lo sé, podrían pasar tantas cosas que si yo las supiese todas no tendría sentido ni gracia vivir.
Las cosas pasan, por algo o por nada, pero pasan.
Esta marcado en el destino. Lo que tenga que pasar, pasará.


No hay comentarios:

Publicar un comentario